Cierre del Seminario de San Rafael
En el canal de YouTube
'Productora San Gabriel' nos encontramos con la entrevista realizada a Monseñor
Eduardo María Taussig, en un programa especial en referencia al cierre del
Seminario de San Rafael, el 7 de Agosto de 2020.
Por razones de una
mejor lectura, he acomodado los dichos orales para que sean más entendibles.
Periodista
(P): Evidentemente generó mucha repercusión, mucho
revuelo, preocupación, el tema del cierre del Seminario. ¿Dónde empezamos?
¿Comenzamos con la historia de esto?
Monseñor
(M): Lo primero es
que hay que contextualizar un dolorosísimo tema para todos, para mí también,
esta determinación en la crisis de la pandemia. Una crisis global que está
asistiendo toda la humanidad frente a este virus que no sabemos cómo reacciona,
y que ha suscitado toda la problemática con respecto a la comunión, en
particular, en la mano, y que tuve esa repercusión en el Seminario.
La directiva me tomó
por sorpresa, pero es una directiva que viene de la Santa Sede. Yo lo formulo
en el primer punto del decreto que hice: La comunicación que se me realizó el 6
de julio pasado, por el Señor Arzobispo Metropolitano, Monseñor Colombo,
informados juntamente con el Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor
Ojea, de la directiva del Señor Prefecto de la Congregación para el clero, el
Cardenal Beniamino Stella, que, luego de haber aparecido en la prensa la
renuncia del anterior Rector, el Padre Ciarroche, es un bien que el Seminario
de San Rafael sea cerrado, teniendo en cuenta que mantener un seminario diocesano
no es un derecho absoluto sino cuando esto sea oportuno y conveniente (canon
237 CIC).
La Congregación,
después de las distintas dificultades que hemos tenido en estos últimos 15
años... Hemos pasado por 7 rectores... Ve que no hay una situación suficiente
como para mantenerlo.
Al día siguiente hablé
por teléfono con el Cardenal, en una audiencia de más de una hora, donde tomó
nota de todo lo que le decía de la situación, y al día siguiente la carta de la
Sagrada Congregación del 8 de julio, dirigida a mí, después del diálogo
establecido, en donde se le confirma la necesidad del cierre por completo del
Seminario Arquidiocesano, al término del semestre académico. Es decir que el
Seminario continúa con sus actividades normales hasta Diciembre, y todos van a
poder completar el semestre académico.
P:
¿Qué va a pasar con esos Seminaristas?
M:
Los seminaristas,
terminado este año académico, durante estos dos meses, haciendo un
discernimiento con la Congregación del clero, para ver cada caso y determinar
los modos oportunos para que continúen en otro Seminario. Pueden ser de
Mendoza, San Juan...
P:
El Seminarista, ¿puede elegir?
M:
Todo eso lo vamos a
dialogar en el período que viene. Recién
yo voy a retomar el diálogo en principios de septiembre.
P:
Los seminaristas que van a estudiar a otro lado, ¿vuelven después como
sacerdotes a la Diócesis?
M: Si. Después del estudio regresan a la
Diócesis, como sacerdotes de San Rafael. Son vocaciones que están bajo mi
cuidado y van a otros Seminarios para completar sus estudios. Siguen siendo seminaristas y es mi ocupación
y de la Iglesia, cuidar el don de las vocaciones.
También le dije al
Cardenal Stella, los seminaristas son los que menos responsabilidad tienen en
todo lo que ha pasado.
En una carta que hacen
con fecha del 30 de julio se dice: "Informados de la caravana convocada a las puertas del
Seminario, para el sábado 1 de agosto, los formadores y seminaristas del
Seminario Santa María Madre de Dios, queremos dar las siguientes aclaraciones.
Expresamos nuestra filial obediencia, a pesar del gran dolor que nos causa el
mandato de la Santa Sede y de nuestro Obispo, de cerrar el seminario a final de
año.
Esto es muy importante.
Por la actitud de fe y de obediencia que todos tenemos que tener en la Iglesia.
P:
Queda clara la obediencia de los seminaristas, pero hay otros sectores que
manifestaron cierta rebeldía.
M: A esto viene el punto segundo. Dice:
'Queremos dejar en claro que la caravana no es convocada por el Seminario, y
pensamos que no ayuda en estas circunstancias.'
(Como no fueron
convocadas las otras dos manifestaciones que fueron focalizadas en el Seminario
y que le hicieron mucho daño al Seminario en su imagen internacional.)
'Pedimos no asistir por
el bien de los seminaristas'
Y el tercer punto es 'Agradecemos
profundamente el apoyo que nos han brindado y el cariño que nos han expresado.
Pedimos que continúen rezando por nosotros para que perseveremos en nuestra
fidelidad a Dios y a su Iglesia'.
Esto es muy importante,
porque la preocupación de toda la Iglesia: la mía y la del Cardenal Stella es
la de cuidar el don de las vocaciones de los muchachos que están ahí ahora. Y
ellos van a tener toda la asistencia de la Iglesia para llegar a buen puerto.
P:
Discúlpeme la ignorancia: ¿Dónde está el problema?
M: El tema es difícil entenderlo fuera
de San Rafael, porque el tema de la comunión en la mano, en el resto, se vive
con total normalidad.
Y a esto hay otro
considerando en la página siguiente donde pongo las dificultades por las que
atraviesa la Diócesis, en el contexto a las medidas establecidas con respecto
al COVID 19, por la reticencia o falta de obediencia a las disposiciones
establecidas en el mensaje de los obispos a la provincia de Mendoza y a los
católicos mendocinos, el 12 de Junio pasado, y el Decreto por mi emitido el 13
de Julio, por parte de un sector importante del clero, la mayoría ex alumnos
del Seminario Diocesano, algunos de ellos profesores o referentes
significativos para los seminaristas, con gran escándalo dentro y fuera del Seminario
y de la Diócesis.
Desde afuera se ven a
estos sacerdotes salidos del Seminario y esta situación no se comprende.
Yo no tengo los
motivos. Entonces la Santa Sede me
comunica una decisión, y cuando Roma ha hablado, se termina la discusión. Los
obispos también hacemos profesión de fe y promesa de acatamiento obediente al
Santo Padre.
P:
O sea, que quien decide es la Santa Sede
M: Exacto, la Santa Sede decide. Porque
en la organización de la Iglesia, la Congregación del Clero, es la encargada de
la formación en los Seminarios. Y esto es así
porque existe una continuidad entre la formación del seminarista y la
formación permanente del sacerdote.
Yo expreso: 'las
dificultades manifestadas en el Seminario, no sin poca responsabilidad por
parte del Rector saliente, para asumir dichas disposiciones con prontitud y
docilidad.
De afuera no se
entiende. En marzo, los obispos de la Comisión permanente, pedimos a todo el
Pueblo de Dios, comulgar en la mano.
El Seminario comenzó a
comulgar en la mano, el domingo 28 de junio, que fue el último plazo que yo les
di.
Esto lo hicieron todos
los seminaristas excepto dos.
Yo, la misma semana
tuve la ocasión de pedirle al Rector del Seminario y pedirle al Superior del
IVE (que tienen su Seminario, su Casa de Formación, Parroquias y Monasterios,
los contemplativos...) Y con el superior del IVE, en 10 minutos hizo el click:
'Si los obispos lo piden, nosotros acatamos'. Entonces, no hubo ningún
problema.
Esto es importante
aclararlo porque a veces se mete a todo San Rafael en la misma bolsa.
Nosotros tuvimos otra
dificultad. Ahora no tenemos Rector, en ese momento tampoco había Vice rector,
y eso fue lo que llevó a esa determinación.
Ante eso, mi actitud
también está expresada, ante el hecho de que Roma ha hablado, que me corresponde
como Obispo de San Rafael, el mejor obsequio de voluntad, de mente y de
corazón, a la autoridad suprema de la Iglesia. Y eso es lo que tenemos que
hacer todos.
Por supuesto que es muy
doloroso para todos. Yo me hago cargo del dolor de los seminaristas y sus
familias, de mi clero, de toda la Iglesia de San Rafael y del Obispo... Para mí
también... Es el dolor más grande que he tenido como Obispo en estos 15 años.
Pero bueno, toda crisis
es una oportunidad. Tenemos que hacer
correcciones y procurar que nuestros futuros sacerdotes tengan la mejor
formación.
En el futuro, cuando
preguntan si se podrá reabrir el Seminario... Sí, por supuesto.
P:
¿Puede reabrirse el Seminario?
M: Si, por supuesto. Conmigo o mis
sucesores.
No obstante hay una
directiva general para Argentina, de la Congregación para el Clero, de que los
Obispos hagamos el esfuerzo de concentrar recursos. Porque mantener un
Seminario cuesta mucho en dinero y en recursos humanos.
Yo he enviado a más de
15 sacerdotes a estudiar a Roma, España, Buenos Aires, para tener a distintos
profesores... Y eso es un esfuerzo muy grande...
Nosotros lo pudimos
hacer porque teníamos mucho clero... Entonces, lo que se sugiere es que se
agrupen... O por regiones... Y en Argentina nos estamos encaminando hacia eso.
Y después se irá
conversando para ver cómo lo hacemos en Cuyo y en otras partes del país.
Pero lo que yo quiero
dejar en claro es que los seminaristas tienen despejado su camino de aquí a fin
de año, que tienen todo el amor de la Iglesia que los va a cuidar para que
puedan continuar su camino hacia el sacerdocio.
P:
Se dice que esto es una discordia entre la Iglesia Tradicionalista y la
Progresista
M: Es simplificar burdamente el tema
P:
El ejemplo es que el IVE apegado litúrgicamente a otras tradiciones, acata las
medida de los Obispos.
M: El tema es que el Pueblo de Dios, la
feligresía, debemos darnos cuenta de que esta realidad es propia de San
Rafael... Una mujer de Buenos Aires de comunión diaria desde pequeña me dijo
que si a ella le pedían que tiene que comulgar haciendo la vertical, lo
hacía... Y no entendía por qué nosotros hacemos tanta cuestión por el tema de
comulgar con la mano...
Pero el tema de
comulgar en la mano o en la boca, son dos disciplinas aprobadas por la Iglesia,
y cada una tiene un significado muy rico:
Comulgar en la boca
expresa recibir el Pan de los Ángeles como un bebe, como un niño.
Comulgar de rodillas es
expresar nuestra adoración a Dios que viene en la Hostia.
Comulgar de pie es
recibir al Dios que viene con la dignidad del bautizado, tal como cuando vamos
a recibir al Espíritu Santo en la Confirmación.
Y poner las manos como
un trono, es como lo hacían los primeros cristianos. Recibir al Rey que viene,
con la mano más cercana al corazón, y entonces, comulgar con Él.
P:
¿Y por qué hay sectores de la Iglesia que no lo aceptan?
M: Acá hay que clarificar.
Cuando en el mes de
marzo, toda la Iglesia Argentina tuvo que suspender, no sólo la comunión en la
boca, sino todo. Fue la primera vez en
la historia que no pudimos celebrar la Pascua en las Iglesias. Los sacerdotes
celebrábamos solos. Después de eso, largas semanas hasta junio... En ese tiempo
autorizaron a dar la comunión individualmente. Yo pedí que se diera sólo en la
mano. Algunos sacerdotes hicieron caso, otros, más o menos.
Llegado el momento, no
se suprimió un derecho sino que se reglamentó un ejercicio. Como por ejemplo, todos tenemos el derecho
constitucional del libre tránsito, pero ante una situación de pandemia y el
Presidente a través de un DNU prohíbe las vuelos de afuera, los de cabotaje; el
gobernador determina qué día podemos salir a comprar y qué días debemos
quedarnos en casa.
No se quitó un derecho
sino que se regulo por motivos de un bien mayor.
Aquí pasa lo mismo.
Cuando nosotros tenemos, con el Arzobispo de Mendoza, hacer un protocolo para
obtener el permiso de celebrar las Misas... En San Rafael habías hecho uno
primero donde no se decía sobre el tema de la comunión en la mano, esto lo
hicimos en el mes de mayo, y como no era aceptado, se nos hizo notar que el
tema de la comunión en la mano era un tema importante.
El segundo protocolo
tuvimos que considerar, o no tenemos Misa, o tenemos Misa con comunión en la
mano. Y esto sería por un tiempo, hasta
que termine la Pandemia.
A nadie se le obliga comulgar
de esta manera. A quien no lo quiera hacer, hace una comunión espiritual y
punto.
Y esto es de sentido
común: Lo hace toda la Conferencia Episcopal italiana, que son más de 300
obispos, la Conferencia episcopal de México, de Perú... ¿Será que todos los
Obispos están pasando por encima de los derechos de las personas?
Hay un párroco de San
Rafael que dijo: 'Yo quiero hacer un recurso administrativo' y ese es el
camino, hacer un recurso administrativo donde se expongan las razones que se
consideran, normas litúrgicas, etc. El Obispo tiene 30 días para
contestarlo. Como el mismo caso se
replicó en Mendoza, la respuesta que hicimos en conjunto con el Arzobispo de
Mendoza, que como es profesor y Doctor en Derecho Canónico, por lo que sabe más
que yo. Hicimos un escrito de 10 páginas fundamentada en el Derecho canónico,
rechazando el recurso.
Durante los 30 días de
espera, el sacerdote debió acatar la disposición, dando la comunión en la mano.
Después de la respuesta, si quisiera podría hacer una apelación superior.
P:
El hecho de que exista un protocolo obedece a un orden mundial
M: Por supuesto, porque estamos
empeñados en defender la vida de todos, y todas las cautelas que podamos tener
para cuidar, los posibles contagios, es justo ponerlas. En Italia es el
protocolo es más severo. El sacerdote debe colocarse guantes y dar la comunión
en silencio.
Nosotros el próximo
domingo, la Parroquia más importante, el Sagrado Corazón de Alvear va a estar
cerrada porque el Vicario tuvo 20 días porque estuvo en contacto estrecho con
un señor que tuvo coronavirus, y el párroco está en el segundo anillo. Por 72
horas que no le aparezca ningún síntoma. Recién el lunes vamos a ver si alguno
de los dos está contagiado. Si alguno lo
está tendrán que ver a quienes estuvieron en contacto con ellos.
P:
Le hago una pregunta técnica ¿Está mal comulgar con la mano? ¿Por qué no?
M:
Mal no está, porque
las dos formas están previstas por la Iglesia. Para la Argentina, lo aprobó el
Papa Juan Pablo II en la mitad de los años 90.
En el caso de Uruguay, en los años 60. Fue uno de los primeros países.
Personalmente, yo siempre aprobé la disciplina de comulgar en la boca. Pero cuando se decidió, se acabó.
En mi caso, mis padres,
los dos fueron Ministros de la Comunión. Cuando salió la disposición, mi papá
siguió comulgando en la boca, y mi mamá dijo: 'por fin'... porque si toco la
saliva de una persona y después pongo la Hostia en la boca de otra...
Las dos formas son
legítimas. A veces en la fragor de esas discusiones se ha exagerado argumentos.
Yo me he encontrado con expresiones diciendo que es un sacrilegio comulgar de
una forma u otra. Eso habla de una
deficiencia en la catequesis que tendremos que subsanarla.
Cada forma tiene su
significado, distinto. Ninguna agota la riqueza de la Eucaristía.
P:
¿Esta es una medida circunstancial, hasta que se vaya el COVID?
M: ¡Por supuesto! Esto está dicho desde
el primer momento. Es por ahora y hasta que termine la Pandemia. Y después,
cada uno comulga como quiere. Yo, en esta Diócesis he favorecido la comunión de
rodillas y en la boca, pero comulgar de otra manera no es menos digno o
pecaminoso, porque algunos lo califican así, y es un error.
P:
¿Qué pasaría si Usted decide no hacer caso de la normativa?
M: Por eso es que como Obispo debo hacer
que las normas que se presentan se cumplan.
Por eso el Obispo tiene la responsabilidad de regular toda la liturgia
de la Diócesis. Le compete, es decir: puede y debe hacerlo. Si yo no lo hago, debo rendir cuentas: a Dios,
en el día del Juicio; a la autoridad competente de la Santa Sede, por no hacer
bien las cosas.
Yo quiero dar dos
palabras. Una a las familias de los seminaristas. Es que estén seguros que
vamos a cuidar a los Seminaristas. La segunda es a toda la Iglesia. Que esta
crisis nos va a servir para crecer en la caridad, que es el fruto de la
Eucaristía. Para crecer en unidad, crecer en la comunión. Esto lo debemos hacer en cada Parroquia, en
cada Decanato, en cada Diócesis. Para que todo lo que es fruto de la
Eucaristía, que es unirnos en el amor... Y así como Iglesia atender a tantas
necesidades que tienen nuestros hermanos.
Tenemos una situación
de angustia social que embarga a nuestros hermanos. Esto nos tiene que hacer hervir
la sangre. Pero tenemos que comulgar para ir a asistir a nuestros hermanos: los
que están mal económicamente, psicológicamente, angustiados, preocupados. Y esperemos
que se contenga al virus.
P:
Nos hemos encontrado con posturas muy extremas. Pero hoy hemos aprendido que no
se trata de un capricho.. ¿O es un capricho? ¿Un capricho político?
M: No... Esa es una acusación infundada.
De hecho basta con mirar el consenso de todos
los obispos del mundo... Los mismo sucede en todo el mundo y las disposiciones son
iguales. Muchas reacciones en contra se dan
en México o en Perú.
Pero como nadie está exento
del peligro, todos debemos cuidarnos.

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