11 agosto 2020

Entrevista a Monseñor Eduardo María Taussig

Cierre del Seminario de San Rafael

En el canal de YouTube 'Productora San Gabriel' nos encontramos con la entrevista realizada a Monseñor Eduardo María Taussig, en un programa especial en referencia al cierre del Seminario de San Rafael, el 7 de Agosto de 2020.
Por razones de una mejor lectura, he acomodado los dichos orales para que sean más entendibles.



Periodista (P):  Evidentemente generó mucha repercusión, mucho revuelo, preocupación, el tema del cierre del Seminario. ¿Dónde empezamos? ¿Comenzamos con la historia de esto?

Monseñor (M): Lo primero es que hay que contextualizar un dolorosísimo tema para todos, para mí también, esta determinación en la crisis de la pandemia. Una crisis global que está asistiendo toda la humanidad frente a este virus que no sabemos cómo reacciona, y que ha suscitado toda la problemática con respecto a la comunión, en particular, en la mano, y que tuve esa repercusión en el Seminario.
La directiva me tomó por sorpresa, pero es una directiva que viene de la Santa Sede. Yo lo formulo en el primer punto del decreto que hice: La comunicación que se me realizó el 6 de julio pasado, por el Señor Arzobispo Metropolitano, Monseñor Colombo, informados juntamente con el Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Ojea, de la directiva del Señor Prefecto de la Congregación para el clero, el Cardenal Beniamino Stella, que, luego de haber aparecido en la prensa la renuncia del anterior Rector, el Padre Ciarroche, es un bien que el Seminario de San Rafael sea cerrado, teniendo en cuenta que mantener un seminario diocesano no es un derecho absoluto sino cuando esto sea oportuno y conveniente (canon 237 CIC).
La Congregación, después de las distintas dificultades que hemos tenido en estos últimos 15 años... Hemos pasado por 7 rectores... Ve que no hay una situación suficiente como para mantenerlo.
Al día siguiente hablé por teléfono con el Cardenal, en una audiencia de más de una hora, donde tomó nota de todo lo que le decía de la situación, y al día siguiente la carta de la Sagrada Congregación del 8 de julio, dirigida a mí, después del diálogo establecido, en donde se le confirma la necesidad del cierre por completo del Seminario Arquidiocesano, al término del semestre académico. Es decir que el Seminario continúa con sus actividades normales hasta Diciembre, y todos van a poder completar el semestre académico.

P: ¿Qué va a pasar con esos Seminaristas?

M: Los seminaristas, terminado este año académico, durante estos dos meses, haciendo un discernimiento con la Congregación del clero, para ver cada caso y determinar los modos oportunos para que continúen en otro Seminario. Pueden ser de Mendoza, San Juan...

P: El Seminarista, ¿puede elegir?

M: Todo eso lo vamos a dialogar en el período que viene.  Recién yo voy a retomar el diálogo en principios de septiembre.

P: Los seminaristas que van a estudiar a otro lado, ¿vuelven después como sacerdotes a la Diócesis?

M: Si. Después del estudio regresan a la Diócesis, como sacerdotes de San Rafael. Son vocaciones que están bajo mi cuidado y van a otros Seminarios para completar sus estudios.  Siguen siendo seminaristas y es mi ocupación y de la Iglesia, cuidar el don de las vocaciones.
También le dije al Cardenal Stella, los seminaristas son los que menos responsabilidad tienen en todo lo que ha pasado.
En una carta que hacen con fecha del 30 de julio se dice: "Informados de la  caravana convocada a las puertas del Seminario, para el sábado 1 de agosto, los formadores y seminaristas del Seminario Santa María Madre de Dios, queremos dar las siguientes aclaraciones. Expresamos nuestra filial obediencia, a pesar del gran dolor que nos causa el mandato de la Santa Sede y de nuestro Obispo, de cerrar el seminario a final de año.
Esto es muy importante. Por la actitud de fe y de obediencia que todos tenemos que tener en la Iglesia.

P: Queda clara la obediencia de los seminaristas, pero hay otros sectores que manifestaron cierta rebeldía.

M: A esto viene el punto segundo. Dice: 'Queremos dejar en claro que la caravana no es convocada por el Seminario, y pensamos que no ayuda en estas circunstancias.' 
(Como no fueron convocadas las otras dos manifestaciones que fueron focalizadas en el Seminario y que le hicieron mucho daño al Seminario en su imagen internacional.)
'Pedimos no asistir por el bien de los seminaristas'
Y el tercer punto es 'Agradecemos profundamente el apoyo que nos han brindado y el cariño que nos han expresado. Pedimos que continúen rezando por nosotros para que perseveremos en nuestra fidelidad a Dios y a su Iglesia'.
Esto es muy importante, porque la preocupación de toda la Iglesia: la mía y la del Cardenal Stella es la de cuidar el don de las vocaciones de los muchachos que están ahí ahora. Y ellos van a tener toda la asistencia de la Iglesia para llegar a buen puerto.

P: Discúlpeme la ignorancia: ¿Dónde está el problema?

M: El tema es difícil entenderlo fuera de San Rafael, porque el tema de la comunión en la mano, en el resto, se vive con total normalidad.
Y a esto hay otro considerando en la página siguiente donde pongo las dificultades por las que atraviesa la Diócesis, en el contexto a las medidas establecidas con respecto al COVID 19, por la reticencia o falta de obediencia a las disposiciones establecidas en el mensaje de los obispos a la provincia de Mendoza y a los católicos mendocinos, el 12 de Junio pasado, y el Decreto por mi emitido el 13 de Julio, por parte de un sector importante del clero, la mayoría ex alumnos del Seminario Diocesano, algunos de ellos profesores o referentes significativos para los seminaristas, con gran escándalo dentro y fuera del Seminario y de la Diócesis.
Desde afuera se ven a estos sacerdotes salidos del Seminario y esta situación no se comprende.
Yo no tengo los motivos.  Entonces la Santa Sede me comunica una decisión, y cuando Roma ha hablado, se termina la discusión. Los obispos también hacemos profesión de fe y promesa de acatamiento obediente al Santo Padre.

P: O sea, que quien decide es la Santa Sede

M: Exacto, la Santa Sede decide. Porque en la organización de la Iglesia, la Congregación del Clero, es la encargada de la formación en los Seminarios. Y esto es así  porque existe una continuidad entre la formación del seminarista y la formación permanente del sacerdote.
Yo expreso: 'las dificultades manifestadas en el Seminario, no sin poca responsabilidad por parte del Rector saliente, para asumir dichas disposiciones con prontitud y docilidad.
De afuera no se entiende. En marzo, los obispos de la Comisión permanente, pedimos a todo el Pueblo de Dios, comulgar en la mano.
El Seminario comenzó a comulgar en la mano, el domingo 28 de junio, que fue el último plazo que yo les di.
Esto lo hicieron todos los seminaristas excepto dos.
Yo, la misma semana tuve la ocasión de pedirle al Rector del Seminario y pedirle al Superior del IVE (que tienen su Seminario, su Casa de Formación, Parroquias y Monasterios, los contemplativos...) Y con el superior del IVE, en 10 minutos hizo el click: 'Si los obispos lo piden, nosotros acatamos'. Entonces, no hubo ningún problema.
Esto es importante aclararlo porque a veces se mete a todo San Rafael en la misma bolsa.
Nosotros tuvimos otra dificultad. Ahora no tenemos Rector, en ese momento tampoco había Vice rector, y eso fue lo que llevó a esa determinación.
Ante eso, mi actitud también está expresada, ante el hecho de que Roma ha hablado, que me corresponde como Obispo de San Rafael, el mejor obsequio de voluntad, de mente y de corazón, a la autoridad suprema de la Iglesia. Y eso es lo que tenemos que hacer todos.
Por supuesto que es muy doloroso para todos. Yo me hago cargo del dolor de los seminaristas y sus familias, de mi clero, de toda la Iglesia de San Rafael y del Obispo... Para mí también... Es el dolor más grande que he tenido como Obispo en estos 15 años.
Pero bueno, toda crisis es una oportunidad.  Tenemos que hacer correcciones y procurar que nuestros futuros sacerdotes tengan la mejor formación.
En el futuro, cuando preguntan si se podrá reabrir el Seminario... Sí, por supuesto.

P: ¿Puede reabrirse el Seminario?

M: Si, por supuesto. Conmigo o mis sucesores.
No obstante hay una directiva general para Argentina, de la Congregación para el Clero, de que los Obispos hagamos el esfuerzo de concentrar recursos. Porque mantener un Seminario cuesta mucho en dinero y en recursos humanos.
Yo he enviado a más de 15 sacerdotes a estudiar a Roma, España, Buenos Aires, para tener a distintos profesores... Y eso es un esfuerzo muy grande...
Nosotros lo pudimos hacer porque teníamos mucho clero... Entonces, lo que se sugiere es que se agrupen... O por regiones... Y en Argentina nos estamos encaminando hacia eso.
Y después se irá conversando para ver cómo lo hacemos en Cuyo y en otras partes del país.
Pero lo que yo quiero dejar en claro es que los seminaristas tienen despejado su camino de aquí a fin de año, que tienen todo el amor de la Iglesia que los va a cuidar para que puedan continuar su camino hacia el sacerdocio.

P: Se dice que esto es una discordia entre la Iglesia Tradicionalista y la Progresista

M: Es simplificar burdamente el tema

P: El ejemplo es que el IVE apegado litúrgicamente a otras tradiciones, acata las medida de los Obispos.

M: El tema es que el Pueblo de Dios, la feligresía, debemos darnos cuenta de que esta realidad es propia de San Rafael... Una mujer de Buenos Aires de comunión diaria desde pequeña me dijo que si a ella le pedían que tiene que comulgar haciendo la vertical, lo hacía... Y no entendía por qué nosotros hacemos tanta cuestión por el tema de comulgar con la mano...
Pero el tema de comulgar en la mano o en la boca, son dos disciplinas aprobadas por la Iglesia, y cada una tiene un significado muy rico:
Comulgar en la boca expresa recibir el Pan de los Ángeles como un bebe, como un niño.
Comulgar de rodillas es expresar nuestra adoración a Dios que viene en la Hostia.
Comulgar de pie es recibir al Dios que viene con la dignidad del bautizado, tal como cuando vamos a recibir al Espíritu Santo en la Confirmación.
Y poner las manos como un trono, es como lo hacían los primeros cristianos. Recibir al Rey que viene, con la mano más cercana al corazón, y entonces, comulgar con Él.

P: ¿Y por qué hay sectores de la Iglesia que no lo aceptan?

M: Acá hay que clarificar.
Cuando en el mes de marzo, toda la Iglesia Argentina tuvo que suspender, no sólo la comunión en la boca, sino todo.  Fue la primera vez en la historia que no pudimos celebrar la Pascua en las Iglesias. Los sacerdotes celebrábamos solos. Después de eso, largas semanas hasta junio... En ese tiempo autorizaron a dar la comunión individualmente. Yo pedí que se diera sólo en la mano. Algunos sacerdotes hicieron caso, otros, más o menos.
Llegado el momento, no se suprimió un derecho sino que se reglamentó un ejercicio.  Como por ejemplo, todos tenemos el derecho constitucional del libre tránsito, pero ante una situación de pandemia y el Presidente a través de un DNU prohíbe las vuelos de afuera, los de cabotaje; el gobernador determina qué día podemos salir a comprar y qué días debemos quedarnos en casa.
No se quitó un derecho sino que se regulo por motivos de un bien mayor.
Aquí pasa lo mismo. Cuando nosotros tenemos, con el Arzobispo de Mendoza, hacer un protocolo para obtener el permiso de celebrar las Misas... En San Rafael habías hecho uno primero donde no se decía sobre el tema de la comunión en la mano, esto lo hicimos en el mes de mayo, y como no era aceptado, se nos hizo notar que el tema de la comunión en la mano era un tema importante.
El segundo protocolo tuvimos que considerar, o no tenemos Misa, o tenemos Misa con comunión en la mano.  Y esto sería por un tiempo, hasta que termine la Pandemia.
A nadie se le obliga comulgar de esta manera. A quien no lo quiera hacer, hace una comunión espiritual y punto.
Y esto es de sentido común: Lo hace toda la Conferencia Episcopal italiana, que son más de 300 obispos, la Conferencia episcopal de México, de Perú... ¿Será que todos los Obispos están pasando por encima de los derechos de las personas?
Hay un párroco de San Rafael que dijo: 'Yo quiero hacer un recurso administrativo' y ese es el camino, hacer un recurso administrativo donde se expongan las razones que se consideran, normas litúrgicas, etc. El Obispo tiene 30 días para contestarlo.  Como el mismo caso se replicó en Mendoza, la respuesta que hicimos en conjunto con el Arzobispo de Mendoza, que como es profesor y Doctor en Derecho Canónico, por lo que sabe más que yo. Hicimos un escrito de 10 páginas fundamentada en el Derecho canónico, rechazando el recurso.
Durante los 30 días de espera, el sacerdote debió acatar la disposición, dando la comunión en la mano. Después de la respuesta, si quisiera podría hacer una apelación superior.

P: El hecho de que exista un protocolo obedece a un orden mundial

M: Por supuesto, porque estamos empeñados en defender la vida de todos, y todas las cautelas que podamos tener para cuidar, los posibles contagios, es justo ponerlas. En Italia es el protocolo es más severo. El sacerdote debe colocarse guantes y dar la comunión en silencio.
Nosotros el próximo domingo, la Parroquia más importante, el Sagrado Corazón de Alvear va a estar cerrada porque el Vicario tuvo 20 días porque estuvo en contacto estrecho con un señor que tuvo coronavirus, y el párroco está en el segundo anillo. Por 72 horas que no le aparezca ningún síntoma. Recién el lunes vamos a ver si alguno de los dos está contagiado.  Si alguno lo está tendrán que ver a quienes estuvieron en contacto con ellos.

P: Le hago una pregunta técnica ¿Está mal comulgar con la mano? ¿Por qué no?

M: Mal no está, porque las dos formas están previstas por la Iglesia. Para la Argentina, lo aprobó el Papa Juan Pablo II en la mitad de los años 90.  En el caso de Uruguay, en los años 60. Fue uno de los primeros países. Personalmente, yo siempre aprobé la disciplina de comulgar en la boca.  Pero cuando se decidió, se acabó.
En mi caso, mis padres, los dos fueron Ministros de la Comunión. Cuando salió la disposición, mi papá siguió comulgando en la boca, y mi mamá dijo: 'por fin'... porque si toco la saliva de una persona y después pongo la Hostia en la boca de otra...
Las dos formas son legítimas. A veces en la fragor de esas discusiones se ha exagerado argumentos. Yo me he encontrado con expresiones diciendo que es un sacrilegio comulgar de una forma u otra.  Eso habla de una deficiencia en la catequesis que tendremos que subsanarla.
Cada forma tiene su significado, distinto. Ninguna agota la riqueza de la Eucaristía.

P: ¿Esta es una medida circunstancial, hasta que se vaya el COVID?

M: ¡Por supuesto! Esto está dicho desde el primer momento. Es por ahora y hasta que termine la Pandemia. Y después, cada uno comulga como quiere. Yo, en esta Diócesis he favorecido la comunión de rodillas y en la boca, pero comulgar de otra manera no es menos digno o pecaminoso, porque algunos lo califican así, y es un error.

P: ¿Qué pasaría si Usted decide no hacer caso de la normativa?

M: Por eso es que como Obispo debo hacer que las normas que se presentan se cumplan.  Por eso el Obispo tiene la responsabilidad de regular toda la liturgia de la Diócesis. Le compete, es decir: puede y debe hacerlo.  Si yo no lo hago, debo rendir cuentas: a Dios, en el día del Juicio; a la autoridad competente de la Santa Sede, por no hacer bien las cosas.
Yo quiero dar dos palabras. Una a las familias de los seminaristas. Es que estén seguros que vamos a cuidar a los Seminaristas. La segunda es a toda la Iglesia. Que esta crisis nos va a servir para crecer en la caridad, que es el fruto de la Eucaristía. Para crecer en unidad, crecer en la comunión.  Esto lo debemos hacer en cada Parroquia, en cada Decanato, en cada Diócesis. Para que todo lo que es fruto de la Eucaristía, que es unirnos en el amor... Y así como Iglesia atender a tantas necesidades que tienen nuestros hermanos.
Tenemos una situación de angustia social que embarga a nuestros hermanos. Esto nos tiene que hacer hervir la sangre. Pero tenemos que comulgar para ir a asistir a nuestros hermanos: los que están mal económicamente, psicológicamente, angustiados, preocupados. Y esperemos que se contenga al virus.

P: Nos hemos encontrado con posturas muy extremas. Pero hoy hemos aprendido que no se trata de un capricho.. ¿O es un capricho? ¿Un capricho político?

M: No... Esa es una acusación infundada.  De hecho basta con mirar el consenso de todos los obispos del mundo... Los mismo sucede en todo el mundo y las disposiciones son iguales.  Muchas reacciones en contra se dan en México o en Perú.
Pero como nadie está exento del peligro, todos debemos cuidarnos.



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