RED POR LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS
EN SITUACIÓN DE CALLE
La Red
por los Derechos de las Personas en Situación de Calle se conformó en
septiembre de 2019, motivada por la preocupación que generó el cierre del
refugio abierto en la sede de CTEP en julio del mismo año, que se sostuvo por
el trabajo en conjunto de Suma de Voluntades, Cáritas y CTEP contando con el
apoyo del Estado, instituciones de la sociedad civil y particulares.
El 25
de septiembre se convocó a la primer actividad organizada en conjunto: la Peña “Todos
juntos en la calle” que se realizó en la Plaza 1º de Mayo con el objetivo de
visibilizar la problemática, así como compartir un momento de esparcimiento y
acompañamiento con personas en situación de calle.
En
dicha oportunidad se hizo público el siguiente pronunciamiento que marca las líneas
fundamentales que guían nuestro trabajo en conjunto:
“Hoy nos reunimos instituciones de ámbitos sociales,
académicos, religiosos y estatales, aunadas bajo el lema: LA CALLE NO ES UN
LUGAR PARA VIVIR. Nos nuclea la preocupación por buscar soluciones y respuestas
a la dramática situación de las personas que viven en la calle.
Entendemos que esta es una situación que se produce como
resultado de una multiplicidad de factores y que implica una total vulneración
de derechos. Nadie elige ni desea vivir en la calle. Se quebraron muchos lazos
y redes para que una persona llegue a esta situación. Y estamos convencidos de
que con el acompañamiento adecuado se puede modificar, no es un estado
definitivo de la persona.
Para
ello es necesario contar con espacios que brinden contención, desde un abordaje
permanente, integral e interdisciplinario,
que contemple tanto el acceso a
techo y comida como la atención en salud, educación, adicciones, afectiva y de
salida u orientación laboral. En lo inmediato, ante la urgente necesidad, es
imperioso que se sostengan y fortalezcan los dispositivos que se encuentran en
funcionamiento. Porque las necesidades existen los 365 días del año, no solo de
noche o en épocas de frío.
Es
obligación del estado formular políticas públicas que garanticen el acceso de
todos los ciudadanos a los derechos fundamentales. A la vez, sostenemos la
importancia de realizar un trabajo articulado con las organizaciones de la
sociedad civil que
cuentan con experiencia y confianza ya construida con las personas en situación de calle. La confianza se construye desde la
escucha comprometida. Es asimismo sumamente valioso el aporte técnico y
profesional que pueden realizar las universidades y ámbitos académicos.
Para eso nos constituimos como Red, impulsando un trabajo
mancomunado entre estado y sociedad civil. Potenciando
los esfuerzos que venimos realizando de manera dispersa, y que resultan insuficientes. La complejidad de esta
problemática requiere de la suma de acciones y miradas. Apelamos a la sensibilidad y solidaridad de los
paranaenses, y a la responsabilidad de los funcionarios políticos. Todos
tenemos derecho a una vida digna. Nadie merece vivir en estas condiciones.
Dejemos de mirar para otro lado. La calle no es un lugar para vivir.”
·
Defensoría
del Pueblo de Paraná
·
Hogar
de Cristo Nuestra Señora de Lourdes
·
Grupo
Un Cielo Nuevo
·
Suma
de Voluntades
·
Cáritas
Paraná
·
Grupo
Compartir
·
Banco
de Alimentos Paraná
·
Red
Puentes
·
DAIA
– Asociación Israelita de Paraná
·
Facultad
de Ciencias Económicas – UNER
·
Facultad
de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales – UADER
·
Facultad
de Trabajo Social – UNER
·
Facultad
de Ciencias de la Gestión - UADER
·
Facultad
Teresa de Ávila de la Universidad Católica Argentina
·
Barrios
de Pie
·
CTEP
- Confederación de Trabajadores de la Economía Popular
·
Ayuda
Urbana
·
Instituto
Latinoamericano del Ombudsman
·
Delegación
Paraná del Defensor del Pueblo de la Nación
·
Iglesia
Evangélica Valdense del Río de la Plata
Desde
su encuentro como red, las instituciones han realizado diversas acciones
conjuntas de atención, acompañamiento y asistencia a personas en situación de
calle, participando además de espacios de formación y reflexión y colaborando
activamente en el momento presente en la agenda de actividades que se
desarrolla en el CIC II Este.
La
situación actual
En
la actualidad se valora como altamente positiva la acción de esta gestión
municipal de apertura de los refugios habilitados en las sedes de la Dirección
de Defensa Civil y en el Centro Integrador Comunitario CIC II Este (finalmente
unificados), así como la designación de un funcionario encargado de atender la
problemática de las personas en situación de calle. Asimismo, se destaca el
trabajo de la Directora y el personal del CIC II, y de la Secretaría de
Desarrollo Social quienes se han involucrado con gran compromiso para brindar
las condiciones adecuadas para la atención de las personas que allí residen.
Si
bien la habilitación de estos refugios se dio en el marco de la pandemia del
COVID-19 que provocó el aislamiento social preventivo obligatorio son numerosos
los efectos tangibles que este hecho generó en los ciudadanos alojados en los
mismos, quienes por primera vez tienen un espacio en el que pueden no solo
dormir y comer sino además desarrollar vínculos de contención, sentimientos de
pertenencia y voluntad de transformación de su situación. Se ven asimismo
estimulados con actividades (propuestas por organizaciones de la Red, en el
marco de un Proyecto de Extensión
gestionado
por la FTS UNER) que promueven sus capacidades y los animan a avizorar un
futuro distinto. Es así como actualmente, en el CIC II se desarrollan, con
frecuencia semanal, talleres de: huerta, costura, carpintería, panadería,
bijouterie, arte y radio abierta, además de rondas convivenciales y de
conversación.
Queda
así en evidencia, con total claridad, la imperiosa
necesidad no solo de dar continuidad
al funcionamiento del refugio sino de ampliar y fortalecer el valioso camino ya
iniciado hacia el establecimiento de un programa de abordaje y contención
integral e interdisciplinario para personas en situación de calle, que contemple a los mismos como sujetos de
derechos, en cumplimiento de la Ordenanza Nº 8932/2010.
Entendemos
es el momento de hacer historia y consolidar lo hasta aquí logrado, brindando
un espacio físico definitivo para el refugio y destinando los recursos humanos
necesarios para la conformación de un equipo interdisciplinario que lleve adelante
la indispensable tarea de contención y acompañamiento en salud, emocional,
tratamiento de adicciones e inserción laboral.
Por
primera vez en Paraná, la voluntad política del Estado municipal, con la
colaboración tanto de esta red como de otras organizaciones, está concretando
este ansiado anhelo de transformación de realidades y promoción de derechos
esenciales. Los primeros pasos ya están dados. Y los resultados alentadores que
ya pueden comprobarse nos impulsan a ir hacia adelante.

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