27 agosto 2020

Amoris Laetitia, un documento que despertó polémica - Primera Parte

Padre Carlos Schickendantz


Introducción
En los días 14, 15 y 16 de septiembre del año 2016, he tenido la oportunidad de escuchar al Padre Carlos Schickendantz en un seminario realizado en Colegio Pío XII - Cosquín - sobre el  documento del Papa Francisco llamado “Amoris Laetitia”, que significa. “La Alegría del Amor”
Como dijo el mismo Padre Schikendantz: “El texto del documento del Papa es de fácil lectura. Sumamente aprovechable para distintas instancias: de la vida de la Parroquia, de los Colegios, de las mismas experiencias de los jóvenes, o experiencias matrimoniales.  Un texto útil para aprovechar.”
El Padre supo extraer de este libro de más de 300 páginas, herramientas clave para su interpretación… Y lo que es mejor es que esas herramientas, son clave para la vida cristiana.
Por mi parte, me he tomado la libertad de 'arreglar' el apunte que saqué en limpio de los videos para adaptarlos al formato de un artículo y brindarles un lenguaje y redacción más asequible.
Creo que es una oportunidad de oro para dar luz sobre un tema difícil, y que puede llevar alivio a muchas personas, matrimonios y familias, en especial a quienes sufren porque no terminan por descubrir cuál es su lugar, debido a circunstancias especiales, dentro de la Iglesia.
                                                                                                            Juan José Cabadas.-

Hemos seccionado el material en 9 partes.
Junto a esta primera, colocamos la correspondiente transcripción


Estar atentos a los matices.
Cuando uno lee los documentos de la Iglesia, es muy importante atender a los matices, porque ahí está escondida la diferencia, la novedad, el nuevo acento, la perspectiva que, quien escribe el texto, quiere destacar.
Si ustedes se fijan, el texto importante, anterior a ‘Amoris Laetitia’ (Se lee 'Amoris Leticia') se llama ‘Familiaris Consortio’(Se lee 'Familiaris Consorcio').
Este último fue un documento que escribió el Papa Juan Pablo II, sobre la Misión de la Familia en el Mundo Actual, inmediatamente después del Sínodo de 1980.
Sínodo significa: Caminar juntos.  Es una reunión de Obispos de todo el mundo que se dedican a tratar un tema en particular.
Pero el documento actual no habla sobre ‘la familia’, en primer lugar, sino sobre ‘el amor’, en la familia… ¡‘Pequeño’ matiz! Pero… ¡Sumamente importante!...
El texto tendrá que demostrar lo que dice… Es una carta de amor…
Si uno la recorre… Los distintos temas y aspectos… Muy variados… Tendrá que mostrar que de eso se trata…
El Papa mismo lo dice en el Nº 89: Vamos a ‘Hablar de  amor’, ese es el título.  Y, en el mismo número, citando al texto de de San Pablo en la Primera Carta a los corintios: ‘Si no tengo amor, no soy nada’. 
Al final dice que la palabra ‘amor’ es una de las más utilizadas, y que aparece muchas veces desfigurada…
Fíjense las enormes posibilidades del Evangelio.  Su núcleo tiene que ver con una de las palabras más utilizadas…
El otro día, en un diario de Chile, salía que la segunda palabra más buscada en Google era la palabra ‘amor’… ¿Qué significa ‘amor’?
El documento del Papa habla sobre una de las palabras más utilizadas.  Por eso va a decir que los dos capítulos centrales hablan sobre el amor.

¿Qué contiene este documento?
El mismo Papa habla del índice del documento y dice: En el desarrollo del texto, empezaré con una apertura inspirada en la Escritura, que otorgue un tono adecuado (Capítulo 1).
A partir de allí consideraré la situación actual de las familias en orden a mantener los pies sobre la tierra – situación – (Capítulo 2)
Después recordaré algunas cuestiones sobre la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. (Capítulo 3) – Una síntesis sobre la Doctrina de la Iglesia –
Luego, para dar lugar a los dos capítulos centrales, dedicados al amor,
El capítulo 4: Que es un comentario a la Primera carta de San Pablo a los                      Corintios, capítulo 12.
El capítulo 5: Donde el amor se vuelve fecundo.
A continuación destacaré caminos pastorales. La organización pastoral para responder al desafío del matrimonio y la familia. (Capítulo 6)
Dedicaré un capítulo donde me dedicaré a la educación de los hijos (Capítulo 7)
Luego me detendré en una invitación a la misericordia y discernimiento ante situaciones que no responden completamente a lo que el Señor nos llama.  Es el Capítulo 8, el más discutido, el más citado, el más esperado: ‘acompañar, discernir, integrar’.  Pero el Papa no quiere que la discusión se centre únicamente en él.
Por último plantearé breves líneas sobre la espiritualidad familiar. (Capítulo 9)

DISCERNIR
Significa:
Distinguir y diferenciar por medio de los sentidos o de la inteligencia una cosa de otra u otras,especialmente el bien del mal.

La palabra DISCERNIR aparece muchísimas veces en el texto, más de 40 veces, y marca claramente, un punto central del documento.  De esas 40 veces, la mitad están en el capítulo 8.
Cuando uno hace discernimiento, no tiene garantías de encontrar la opción más adecuada. Referido a cualquier discernimiento que uno haga. Lo que uno sí debe hacer es poner las condiciones, prudentes, que garanticen que uno haga un discernimiento responsable. Uno no tiene garantías de acertar, pero sí tiene que observar y prestar atención a que está poniendo las condiciones para realizar un discernimiento adecuado.
A continuación veremos 5 puntos respecto al discernimiento dentro del documento Amoris Laetitia.

El primer punto: La sinodalidad es un desafío eclesial.
El presente, no es un texto casual, sino que es fruto de un camino sinodal. Varias veces van a encontrar, en distintos números van a encontrar esta idea: ‘fruto del camino sinodal’, ‘como resultado del camino sinodal’
Ese camino sinodal comenzó de manera inédita, con un cuestionario en diciembre del 2013. Siguió con dos Sínodos continuos, uno extraordinario y otro ordinario, sobre el mismo tema. Algo, también, fuera de los común, y terminó con los textos del 2015.  ¿Qué está diciendo el Papa?  Esto es un proceso de discernimiento comunitario. Y una clave la dio el mismo Papa Francisco, en un discurso el 17 de octubre del 2015…
El sínodo de los obispos es una creación del Concilio Vaticano II.  Al cumplirse los 50 años de la creación y el Papa tuvo un discurso muy importante… Probablemente el más importante sobre la eclesiología, desde el comienzo de su pontificado… Y dice: “Desde el inicio, como Obispo de Roma, me he preocupado de valorizar el Sínodo de los Obispos, que constituye una de las herencias más preciosas del último Concilio.  Pero debemos proseguir por este camino.  El mundo en el que vivimos exige de la Iglesia el fortalecimiento de las sinergias (el confluir de fuerzas) en todos los ámbitos de su misión.  Precisamente, el camino de la sinodalidad, es el camino que Dios espera de la Iglesia en el tercer milenio.”
Y observen esta otra frase: “Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está todo contenido en la Palabra ‘Sínodo’”.  Evidentemente, aquí, el Papa, está ampliando la categoría de la palabra sínodo, porque no la aplica solamente a los obispos, sino a la sinodalidad de toda la Iglesia.  Es decir: “¡TODOS!”, en un proceso de discernimiento y participación, testimonio y misión que nos compete a todos.
En ese mismo texto, el Papa explica qué es lo que hizo y dice: “Por eso consulté.  Esa es la convicción que me ha guiado cuando el Pueblo de Dios fuera consultado en la preparación de la doble cita sinodal sobre la familia”.  “Una Iglesia sinodal, es una Iglesia de escucha”.  “El camino sinodal comienza escuchando al Pueblo”.
Esto está mostrando que el Sínodo de los obispos no es una estructura adecuada para demostrar la sinodalidad de la Iglesia, por eso, Francisco le añade una encuesta inicial que no pretende una encuesta sociológica, sino provocar el discernimiento del Pueblo de Dios.
Valdría la pena revisar ese texto en toda su extensión… Fíjense en esta otra frase: “En esta Iglesia como en una pirámide invertida.  No es lo mismo con Roma arriba con el episcopado, el clero y los laicos.  Como una pirámide invertida, coloca al Pueblo arriba.
Significa que si en el primer milenio, la Iglesia ha sido construido con una forma piramidal, ahora hay que dar un vuelco.  Toda la Iglesia discierne en un camino sinodal.  Se pone de cara a una situación y busca un nuevo camino.
¿A dónde vamos?... A dónde el discernimiento nos lleve…
Un punto para realizar un buen discernimiento es que hay que poner en funcionamiento la sinodalidad de la Iglesia.

Un segundo punto: Escuchar a todos
Con respecto a las Conferencias Episcopales hay un debate sobre cuáles son sus potestades y límites, si enseña… hasta dónde esa enseñanza es vinculante.
El Papa, ya en tres de sus documentos, no entra en la discusión teórica, sobre el valor de las Conferencias episcopales.
¿Qué hace? Las usa.
Y con eso está mostrando, en la práctica, una manera de razonar.
Tanto en la ‘Evangelii Gaudium’ como en la ‘Laudato Si’ y ahora en ‘Amoris Laetitia’.  En los tres textos, el Papa repite el mismo procedimiento. Cita múltiples Conferencias Episcopales de todos los continentes. Y las citas no agregan nada… Lo que el Papa quiere hacer es citar las Conferencias Episcopales.
En el caso de ‘Amoris Laetitia? Están citadas España, Corea, Argentina, México, Colombia, Chile, Australia, el Documento de Aparecida, Italia, Kenia…
Si se quiere discernir, hay que incluir… Esta es la segunda instancia.


Temas de la segunda entrega:

            Pluralismo
Cuarto punto: El valor del consenso
Quinto punto: La Palabra de Dios en las palabras humanas.

Frases de la segunda entrega:

"El bien de las familias es decisivo para el futuro del mundo.  Son importantes los análisis que se han hecho sobre el matrimonio y la familia sobre sus dificultades y desafíos actuales"

"La Palabra de Dios no sólo habla a través de la propia tradición. Sino, también de la tradición de los otros: los jóvenes (cristianos o no), los esposos, los padres."

"...es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relación de ambas."

"Dios guía a la Iglesia a través de los acontecimientos históricos.  Por tanto hay que entender la historia, para entender a Dios. ¿Cómo es Dios? ¿Quién es Dios? ¿Quién NO es Dios? ¿Qué desea Dios de mí?"

"Los acontecimientos pueden guiar a la Iglesia, a través de ellos, Dios dice: “Por aquí quiero que vayan.  No, por allá”  Por eso hay que interpretar la historia, porque por ahí pasa Dios."



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