HE AQUÍ LA VERDADERA GRIETA
31 de Agosto 2020. Página web de una emisora de radio. Dos recuadros del mismo tamaño. De 8 x 8cms. creo. Con los mismos colores de fondo y el mismo tamaño de letra. Dos recuadros simétricos que muestran la alarmante asimetría de un país que ha olvidado a Dios y por eso ha olvidado a sus hermanos.


El lanzamiento del SAOCOM 1B forma parte de la colonización y la conquista del espacio. La “Guerra de las Galaxias”, aparte del mérito innegable que le cabe por popularizar La Cabalgata de las Walkirias, no fue otra cosa que mostrar en el cine lo que se estaba gestando y probando en los centros espaciales de occidente, lése: NASA.
Los satélites permiten ahora en control absoluto de las personas por parte de quienes los detentan. Ciertamente han traído algunos beneficios extraordinarios en el campo de la medicina, las comunicaciones, etc.) pero eso son solo “bondades colaterales”. El verdadero rol de los satélites (que se están enviando al espacio desde diversos países del mundo) no es otro que centralizar el control y el dominio de las personas a través del dominio de las comunicaciones, del sistema de administración de formas y tiempos de todas las actividades humanas (específicamente éste agricultura, otros: telefonía, internet, etc.).
El lanzamiento del SAOCOM 1B fue presentado como “orgullo nacional” y quizás lo sea en sí mismo, pero no puede serlo en relación al pozo de agua para los wichis.
El costo del “orgullo nacional”, 600 millones de dólares (crédito del BID que forma parte de la reestructuración de la deuda que se gestiona) equivale a la realización de hospitales en cada capital de provincia del país, a miles de viviendas en cualquier lugar del territorio nacional y al acceso al sistema de educación pública de millones de argentinos. A su favor se dice que sus beneficios económicos supuestos alcazarían los de 6.000 millones de dólares en detectar formas de mejorar los cultivos, sobre todo el trigo.
Mientras tanto, la inauguración de un pozo de agua para una comunidad wichí en Salta, es celebrada como la “buena noticia del día”. Un pozo de agua. No la instalación de sistemas de cañerías que dotaran de agua en forma permanente a todos los hogares y a toda la comunidad para satisfacer la necesidad básica alimentaria y para riego de sus propios esfuerzos agrícolas. No tuberías en la época del orgullo nacional. Solo un pozo que- además- es la buena noticia del día.
Y toda esa información fue absorbida y consumida por los lectores con absoluta normalidad, como si de verdad fuera el satélite un orgullo nacional absoluto frente a como si de verdad fuera una buena noticia el pozo agua para los wichis. Nadie utilizó ningún atributo de los que las nuevas tecnologías hacen alarde (redes, e-mail, celular, etc.), para decir algo de la notoria profundización de la grieta verdadera que mostraban esos recuadros publicados. Nadie. Porque así como a quienes lo publicaron les debió parecer NORMAL, también a los que los leyeron debió parecerles NORMAL.
Pero asumir esa desproporción irracional en las inversiones a favor de uno ninguneando al otro como NORMAL, sea quizás asumir el mayor desastre sociológico-político-moral-económico-psicológico y humano de la Argentina. Una Argentina a la que desde hace mas de 40 años la vienen alejando de Dios a pasos agigantados y acercándola al mismo ritmo a los dioses tecnológicos.
Se envían satélites para mejorar el rendimiento económico de las cosechas pero ningún dólar para mejorar la vida de la gente.
O será –quizás- que se está procurando en el espacio sideral un lugar con agua para los wichis?
Lalo Gil Greco
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