15 octubre 2020

Hacer y volver a hacer

 

por Juan José Cabadas


La experiencia de pintar es la de saberse un aprendiz en crecimiento y que deja huellas tanto en el cerebro como en el corazón que como caminos recorridos sirven para otras experiencias de la vida.

Cuando comencé a dibujar y pintar, siempre tenía el temor de hacer las cosas mal... Yo me decía, 'qué puedo perder, sólo es un pedazo de papel, lápices y un poco de mi tiempo... Si lo hago mal, no habré perdido casi nada'... Pero es que, aún no haciendo algo que uno esperaba alcanzar, no se ha perdido nada... Siempre se gana en experiencia y aprendizaje...

Y presentar lo que uno creó es un paso en el que uno se muestra con sus logros y deficiencias... Es como ser auténticamente 'uno mismo' ante los demás, sin enmascararse.

Al acabar un cuadro, siempre me queda una alegría por lo logrado y un dejo de insatisfacción que me anima a pensar... 'el próximo será mejor'.  Y así asumo desafíos... Al principio gastaba más la goma de borrar que el lápiz... Volver atrás y corregir, no está mal... Darse cuenta de los errores requiere ver, observar... y volver a ver y observar... Como uno, para crecer como persona debe estar atento para observarse y cambiar.

Mi experiencia es la de ir ensayando diferentes técnicas en la pintura... El proceso es elegir un modelo a pintura... Alguna foto que me haya tocado... Y pintar con un criterio selectivo de los elementos que tomo y los que dejo fuera de la composición... Raras veces hice un cambio en el modelo, como ser cambiarle el fondo, o ubicar los elementos dentro del recuadro... Sé que no me puedo decir un artista porque no estoy creando desde mi mente sino desde algo preexistente. Sin embargo sé que como pintor, dejo en mis trazos, mi estilo. Como en un escrito, los trazos hablan del carácter y la misma vida de quien escribe. Pienso que un pintor no necesita presentarse con una biografía, sus obras hablan de su vida.

Cada pintura es un desafío, y yo procuro buscar cosas para variarme... en el pintar rostros, pliegos de ropa, los reflejos del metal, la transparencia del vidrio o el agua... Siempre pensé que cada una de mis obra sería exclusiva...

Sin embargo, hace poco, alguien me pidió comprar un cuadro que ya había vendido.  Le ofrecí otros que ya tenía, pero esa persona insistió en aquel... Y como la necesidad tiene cara de hereje, contra lo que una vez me propuse, volví a hace aquella pintura advirtiendo que nunca sería una fotocopia, puesto que cada una tendrá su impronta.

El resultado fue sorprendente... Hice el mismo cuadro por primera vez... Y contemplándolo en comparación con el anterior, hubo cosas que me gustaron más en uno y otras en el otro...

Volver a hacer algo que ya hice fue como... Volver al trabajo, a la familia, sentarse nuevamente a la mesa... Aquellas cosas que uno repite rutinariamente y que sin embargo, siempre son cosas nuevas... 'Nadie se baña dos veces en el mismo río', decía Heráclito... Como nadie vive dos veces el mismo día, ni siquiera el mismo segundo... Nadie da dos veces el mismo beso...

El camino se hace caminando y todos somos caminantes. Cada paso es distinto al anterior, y todos juntos, nos ayudan a avanzar.


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