15 octubre 2020

Mi papá es Diácono

 


Por Mauricio González


¿Tu papá es diacono? ¿Qué es eso? Me suelen preguntar. Yo les digo que es similar a un sacerdote, solo que hay cosas que puede hacer y cosas que no. Aunque a veces esa explicación me queda corta. No por lo que puede hacer y lo que no, sino porque toda persona que dedica su vida a Dios transforma la realidad misma, permitiendo que el mensaje se encarne en obras y gestos sensibles.

Otra explicación sería decir que es una persona que recibió el sacramento del orden sagrado, impuesto por las manos del obispo, del mismo orden que el sacerdote pero cada uno con distinta misión. Y aun cuando hay precisión y certeza en estas palabras para describir a un diacono, esto no hace justicia a la persona que vive el diaconado.

Mi papá es diacono, se vuelve un orgullo decirlo. Él puso todo de sí para que nosotros, sus hijos, fuéramos personas de bien, trabajadoras como él. No había mañana que no se levantara temprano para ir a trabajar, pagar sus impuestos, trabajar un poco la tierra del patio. Privilegió siempre la comida en familia, hizo lo posible para acompañarnos en nuestros estudios, aun cuando se le complicaba. Y saber que toda esa devoción y entrega la comparto con todos me llena de orgullo.

Mi mamá se reía el día de la ordenación: “Nos recibimos de diáconos”. Y así era, porque mi mamá acompaño a mi papá durante toda su formación y proceso. Y aun ahora lo acompaña en sus actividades pastorales. Todavía en días de convivencia u horarios nocturnos de casamientos, mi mamá lo espera para recibirlo, para saber cómo le fue. Ser hijo de un diácono es ser hijo de un matrimonio que decidieron caminar juntos.

Junto a mis hermanos lo acompañamos cuando hubo convivencias con  otros diáconos y aspirantes, tratamos de estar en sus momentos más importantes, somos testigos de su esfuerzo y humildad. Las juntadas familiares no empiezan hasta que el “papi” no vuelva de misa. Cuando llega sus nietos se esconden para asustarlo, a veces descubren y desordenan sus cosas como su mesa de luz donde reposa la imagen de Brochero.

Mi papá es un hombre de familia. Fue mi papá quien me caso, y fue el quien bautizo a mis hijos. Esa unión sacramental está presente cada vez que celebra matrimonios y bautismos. Creo que esa santidad sutil fuertemente presente en toda familia, principio histórico y fundante del cristianismo, es la que lo llamo a mi papá al Diaconado, porque como laico y padre de familia él ya lo daba todo.

Mi papá es un diacono. ¿Qué hace un diacono? Servir desde su hogar- familia -comunidad-iglesia hacia todos los hogares- familias- comunidades-iglesias.

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